Cuando Roald Amundsen llegó al Polo Sur geográfico en 1911 y plantó la bandera de Noruega todavía no sabía que al cabo de pocos meses el eje de rotación terrestre se habría desplazado y su bandera ya no estaría donde él creía que marcaba el polo (dicho sea de paso, dudo que plantase la bandera en el punto exacto). En realidad, es seguro que cuando Scott llegó al Polo Sur 35 días después, el eje ya se había desplazado.
Ahora ya se sabe que el eje de rotación terrestre no es estable, varía cada poco tiempo y no siempre de forma periódica. Las corrientes de los océanos (el llamado Bamboleo de Chandler) o los grandes terremotos son las causas más comunes de su variación. Aunque parezca que su desplazamiento no es muy grande, nunca sobrepasa los 15 metros de donde tendría que estar realmente, hace que se tengan que recalibrar muchos sistemas de posicionamiento por satélite o de medición del tiempo. El International Earth Rotation and Reference Systems Service es el organismo que se encarga de calcular y marcar la posición exacta del eje de rotación.
Como nota curiosa, el Bamboleo de Chandler, la variación del eje debido a las corrientes oceánicas, se detuvo inesperadamente a principios de 2006. Sin motivo aparente, el eje de rotación se quedó más estable que nunca mientras algunos científicos auguraban consecuencias catastróficas para el clima y la mayoría se rascaba la cabeza intentando comprender qué había sucedido. El 11 de Febrero de 2006 el bamboleo se reanudó sin que hasta ahora nadie sepa qué ha sucedido.
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